El inminente fin de la legislatura se dejó notar ayer en el salón de plenos del Parlamento: los grupos debatieron siete proyectos de ley, aprobaron cinco de ellos, admitieron a trámite uno y rechazaron otro. Además, el Gobierno retiró del debate un octavo texto legal. Todo un sprint legislativo antes de que el curso político llegue a su meta a finales de mes y decaigan los asuntos que no hayan sido aprobados por el pleno.
El primer punto del orden del día se aprobó por unanimidad y fue la toma en consideración de la propuesta para reformar el Reglamento de la Cámara, la norma que regirá a los parlamentarios que ocupen sus escaños tras las elecciones de mayo.
Entre las principales novedades que se encontrarán, destaca que enero de 2012 será hábil para la actividad parlamentaria. También verán publicadas en el correspondiente boletín oficial las retribuciones que les pague la Cámara, tanto si han elegido cobrar un salario o si se embolsan las dietas por asistencia. Ni una cosa ni la otra ocurren en la actualidad (enero es inhábil y no es público cuánto reciben los parlamentarios que cobran dietas). Pero para Juan Cruz Alli (CDN), "la transparencia es total", según dijo desde la tribuna y dirigiéndose a los alumnos de derecho de la UPNA que ocupaban las gradas de invitados en ese momento.
También la segunda ley sometida a votación se aprobó por unanimidad, y sirvió para que desde la tribuna se pronunciasen diversos parabienes. El llamado Código del Buen Gobierno es una ley impulsada por el PSN para regular la buena conducta de los cargos públicos. Como reconoció su portavoz, Samuel Caro, no contiene consecuencias jurídicas para el político que la incumpla. Se trata, en todo caso, de un "instrumento de orientación que recoge los principios sobre los que debe basarse la acción política".
Muchos portavoces admitieron lo limitado de la efectividad del texto, abiertamente unos, como Patxi Zabaleta (NaBai), para quien se trata de una ley "profundamente insatisfactoria", o recurriendo a la ironía en otros casos, como Eradio Ezpeleta (UPN): "La ley no aporta mucho, pero tampoco está de sobra". Por si acaso, todos votaron a favor.
Las discrepancias entre los grupos arreciaron conforme continuó el debate. El tercer proyecto quedó definitivamente transformado en ley "sobre custodia de los hijos en los casos de ruptura de la convivencia de los padres". El término "custodia compartida" desapareció incluso de su título, y el proyecto inicial con el que IU pretendía que esta fórmula fuese preferente en Navarra en el caso de separación sin acuerdo con los padres quedó en agua de borrajas. UPN y PSN aprobaron su propio texto ante las críticas de los demás grupos y el disgusto evidente de los representantes de asociaciones partidarias de regular la custodia compartida, que asistieron al debate desde la tribuna de invitados. La Asociación Navarra de Madres y Padres Divorciados (ANAPASE) señaló en un comunicado que esta norma "podía haber sido la ley del siglo XXI", pero la intervención de UPN y PSN la ha dejado "vacía de contenido".
No hay comentarios:
Publicar un comentario