Custodia compartida: menos problemas para los hijos después del divorcio
Mientras los niños de padres separados desarrollan más problemas psicosomáticos que los de familias nucleares, aquellos con custodia compartida tienen menos dificultades que los que viven con el padre o la madre solamente.
Un equipo de investigadores de Suecia analizó los resultados de una encuesta realizada en el 2009 a casi 150,000 alumnos de sexto y noveno grados para conocer cómo la organización familiar influía en la aparición de enfermedades psicosomáticas.
“Analizamos la calidad de vida, la salud y la salud mental y observamos que los niños y los padres están mejor cuando ambos (padre y madre) se ocupan alternadamente de los hijos después de la separación”, dijo la autora principal, Malin Bergstrom, del Centro para los Estudios de Equidad en Salud de la Universidad de Estocolmo y del Instituto Carolino.
Según publican los autores en Journal of Epidemiology and Community Health, el 69% de los 147,839 niños vivían con ambos padres en familias nucleares, mientras que el 8% lo hacía principalmente con uno de sus padres y el 13% convivía sólo con el padre o la madre.
La mayoría de los que vivían con uno de los padres lo hacía con la madre y alrededor del 16% ese grupo vivía con el padre.
De los niños que vivían con uno solo de sus padres, la mayoría era de noveno grado. Y los que lo hacían solamente con el padre o la madre eran los que más trastornos psicosomáticos desarrollaban y los que más padecían esos problemas de manera constante o frecuente.
Los trastornos del sueño eran los problemas más comunes: los padecían 22% de los niños que vivían con uno de los padres, y 19% de los niños que vivían la mayoría del tiempo con uno de los padres. Pero sólo 14% de los niños con custodia compartida tenían problemas de sueño, contra 13% de los niños de familias nucleares.
Tendencia similar se observó con los dolores de cabeza, que afectaban al 19% de los niños que vivían con uno de sus padres, al 14% de los niños con custodia compartida y al 12% de los niños de familias nucleares.
Dado que las enfermedades psicosomáticas están asociadas con el estrés, los autores esperaban detectar más síntomas en los niños con custodia compartida. “Nos sorprendió que los niños que se mudan con frecuencia entre dos hogares tengan menos estrés que los que tienen un solo hogar”, dijo Bergstrom.
Una limitación del estudio, de acuerdo con los investigadores, es la falta de datos sobre el nivel socioeconómico de las familias o el nivel de conflicto o cooperación entre los padres, ni cuándo las parejas se habían separado.
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